Nos vamos por Villamalea, a tierras conquenses para
adéntranos en tierras más frescas que la ruta que teníamos prevista por
Villarrobledo, esta la recuperamos en otoño.
Antes de llegar a Villalpardo, el autobús nos deja
cerca de un camino donde hay un letrero, que indica hacia el Santuario de
Nuestra Sra. de Consolación.
Son 5 kilómetros hasta el mismo, por caminos
a ambos lados sembrados de almendros, todo un espectáculo en época de
floración, pasamos por el “Cuco tío gallina”, se trata de una construcción
que aunque es típica de estas zonas no se conocen por el entorno de la
existencia de muchas de ellos, se construyen para refugio de las gentes del
campo, en el paraje denominado “La Pajarilla. Seguimos el camino hasta el
Monolito del camino de Consolación. Monolito situado en el margen izquierdo del
llamado “camino de Consolación” en el límite del término municipal de
Villalpardo, y la zona del Santuario. Realizado de piedra en forma cilíndrica,
termina con una pequeña cruz de hierro. Tiene una altura de unos dos metros.
Este monolito indica a los romeros y visitante que se entra en zona sagrada.
Nos adentramos por un bosque espeso de pinos carrascos, algunos con formas
caprichosas, y maltratados por los rayos. Llegamos a la primera fuente al lado
derecho del camino, y por el otro lado, el barranco de Consolación, hasta la
aldea, contamos 12 fuentes todas ellas manando agua, fuente de la Goteras, de
los Caños, de los Picos, de la Amistad, de la Perlica etc. etc.
Recorremos la aldea y la describimos brevemente.
El Santuario de Nuestra Sra. de Consolación
se encuentra enclavado en la comarca conquense de la Manchuela. Tiene de
extensión aproximadamente unas 70 Has. En el mismo se está formado por un
monte frondoso en el que predomina el pino mediterráneo y el matorral
autóctono. Es un lugar idóneo para el descanso, el retiro y el recreo en medio
de la naturaleza. Pertenece al término municipal de Iniesta, aunque la
población más cercana es el pueblo de Villalpardo, término municipal que rodea
por entero este paraje. Su terreno, abundante en piedra
caliza, favorece la fluidez de aguas por los distintos lugares de este paraje
tan singular, y así sus numerosas fuentes y manantiales.
En el año 1603 se solicita la primera licencia para
celebrar la feria anual en el Sitio de Consolación.
La Ermita es una construcción en planta
salón, de una sola nave y crucero sobresaliente, con camarín adosado tras el
presbiterio.
La Hospedería es una edificación de planta
cuadrada, con un patio central porticado al que dan todas las habitaciones.
Tenemos la suerte de poder ver el interior del
Santuario, y nos vamos con una sensación de sentirnos pequeños ante tanta
grandeza.
Seguimos el camino, unos repechos para salir
del barranco hacia el altiplano. El camino como al principio de la ruta, a
ambos lados del camino plantados de almendros con las tierras impolutas de
hierbas. Llegamos a otro punto del camino indicado por dos letreros hacia el
Santuario; allí esta el bus que nos trae de vuelta a casa.
Antes hacemos una parada en un bar de carretera
para tomar un refresco, entre chanzas y comentarios del día que hemos
pasado.
Volveremos por estas tierras cuando tengamos la oportunidad.
VIDEO DE LA RUTA
PLANO DE LA RUTA (pincha en la imagen para ampliar)